Probablemente has escuchado el término de “Salud Financiera” pero, ¿sabes a que se refiere este término? La salud financiera se refiere a un estado en el que las personas se encuentran en un estado de tranquilidad ya que puede cumplir perfectamente con sus obligaciones financieras, no se angustia respecto a su futuro financiero y es capaz de tomar decisiones sobre este.
Quizá muchos al escuchar esto piensen que la salud financiera es solo para algún grupo de personas con mucho dinero. Sin embargo, esto no es así. Al igual que en la salud física, que se puede alcanzar y mantener con una buena alimentación, ejercicio y otras actividades, también podemos alcanzar salud financiera siguiendo algunos hábitos.
En este blog, te compartimos algunos consejos para empezar a trabajar en tu salud financiera.
Crea un presupuesto
El crear un presupuesto te ayudará a mejorar el uso y control de tu dinero. Así podrás determinar cuánto vas a gastar y cuánto puedes ahorrar en el mes. Esto puede generar un sentimiento de tranquilidad al momento de llegar las cuentas ya que lo tendrás en consideración al momento de hacer tu presupuesto.
Al principio puede sonar complicado, pero con el tiempo te darás cuenta de que el tener un presupuesto con cuentas claras, te ayudará a estar menos presionado en tus gastos y evitar fugas de dinero.
Haz un análisis de tus deudas
Todos tenemos deudas como la renta, la comida, luz, gas, etc. Hay servicios que son indispensables y que no podemos dejar de pagar, pero el hacer un análisis de estos y de cómo los utilizas te puede ayudar a ahorrar unos cuantos pesos.
Por ejemplo: quizá cuentas con un plan que cuente con TV de cable, teléfono e internet pero al analizarlo puede que te des cuenta que el teléfono no lo utilizas ya que realizas las llamadas desde tu celular, o que ya no ves los canales de TV porque cuentas con otros modos de entretenimiento como plataformas de streaming. Esto te puede llevar a un plan que sea más económico y que cumpla con tus necesidades o propósitos. Recuerda que muchas veces menos es más.
Esto también se puede aplicar con apps, servicios de entretenimiento u otras plataformas que no utilices con mucha frecuencia o que cuentan con el mismo contenido que otro que ya tienes contratado.
Evita las compras innecesarias
Muchas veces realizamos compras por impulso o porque creemos que al ser algo tan barato como una golosina, no nos va a afectar. Sin embargo, al hacer una cuenta de todas las veces y el dinero que gastamos al hacer esto, podemos darnos cuenta de que esos gastos hormigas abarcan una gran parte de nuestros ingresos que podría ayudarnos con otras metas o a aligerar la carga con el pago de otras cosas de necesidad.
No está mal darse un gustito de vez en cuando, pero si al analizarlo te percatas de que la compra de una cosa en específico es constante, puedes buscar otras alternativas para su adquisición que te permitan ahorrar un poco más.
Crea un fondo de emergencia.
A nadie le gusta pensar en que algo malo puede pasar. Lamentablemente, situaciones como el perder nuestra fuente de ingresos, el tener algún accidente o enfermedad que requiera hospitalización o alguna reparación de un costo elevado puede llegar a suceder en cualquier momento de la vida y es por esto que tener un fondo de emergencia puede hacer que este tipo de situaciones sea más fácil de sobrellevar.
Este fondo no necesariamente debe ser los ahorros que tengas, sino que es preferible que sea un apartado extra en tu presupuesto para que las metas que ya has puesto en tus ahorros no se detengan o retrasen. Puede ser una cuenta de inversión para que siga creciendo y puedas tener la tranquilidad de que pase lo que pase, cuentas con un respaldo para enfrentarlo.
Esperamos que estos consejos se conviertan en hábitos para ti y puedas empezar a mejorar tu salud financiera de acuerdo a tus posibilidades. Recuerda que nunca es tarde para empezar.
Si tienes alguna pregunta, también puedes escribirnos a marketing@tiendakomet.com o vía Facebook Messenger donde estaremos dispuestos a ayudarte en cualquier momento.